sábado, 22 de septiembre de 2012

Jodida pero contenta

Y porque nunca quieres nada A, que a ti te comprometa Hoy yo te voy a dar la espalda Para que alcances bien tu meta Que yo me voy porque mi mundo me está llamando Buika
Voy a sentir que vuelvo a vivir, a sentir, a querer sentir. Podrás buscar resquicios de dudas, de intentos de suicidio mental y ganas de disolvente, pero el agua aclara, y tengo llena la despensa. Quise decirte promesas sin caer en la cuenta de que eras tu quien no las cumplía, quise limpiar con pesares tus intenciones, obviando por segundos que sólo yo las tenía, traté de explicarte deseos que unicamente en mi mente quedaron, y culparte por ello... Y si tuviera que elegir un sólo momento en tus ojos, no sería otro que aquel callejón, donde se quedaron las buenas intenciones y las ganas de compartir. Quizá deberíamos haber dejado la magia para otros -nunca fui hechicera de imposibles-, o quizá debí no creer que serías ilusionista por dos, ni siquiera por ti pudiste. Hoy te dejo mis mejores deseos, mis buenas intenciones y mi mano en un futuro, cuando esto de amar se nos haya olvidado que fuimos protagonistas, cuando ya no recordemos lo que era amanecer sin soledad, cuando de ella disfrutemos, cuando haya otro callejon, otros ojos y otros labios, ni los tuyos ni los mios, porque aquellos hace tiempo que dejamos de ser nosotros. Virginia H.